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MITO: Para adelgazar hay que prescindir de los hidratos de carbono

¿Verdad o mentira?... ¡MENTIRA!

Las dietas de adelgazamiento que eliminan por completo, o casi por completo, los hidratos de carbono están condenadas al fracaso; y lo que es peor, a perjudicar el buen funcionamiento de nuestro organismo. Cuidado, entonces, con ciertas modas que pueden ocasionar daños de consideración en nuestro organismo.


Los hidratos de carbono constituyen la principal fuente de energía de tu dieta. Por tanto, los necesitas y no es bueno prescindir de ellos.


Esto es así porque durante la digestión, estos componentes se van dividiendo hasta que se transforman en glucosa, el compuesto más sencillo que las células del cuerpo pueden aprovechar como fuente de energía.


Por ello, es un grave error eliminarlos, como proponen algunos planes de adelgazamiento. A corto plazo puede que tu cuerpo no proteste demasiado y pierdas algo de peso, pero, a largo plazo, este error puede pasarte factura.


La razón principal por la que algunos recomiendan eliminar los hidratos de carbono se debe a que el cuerpo buscará la obligada obtención de energía del organismo, lo que provocará la inmediata pérdida de peso. Algunos profesionales argumentan que puede hacerse como terapia de choque antes de retomar una dieta equilibrada.


La mayoría de nutricionistas subrayan que resulta muy peligroso hacer esto, porque podría producir cetosis, proceso metabólico que altera el metabolismo y genera deshidratación e incremento de los niveles de colesterol y triglicéridos. De hecho, una dieta muy baja en hidratos de carbono y mantenida en el tiempo podría ocasionar patologías renales, sobrecarga del hígado y descalcificación de los huesos, además de la intoxicación del organismo como consecuencia del consumo excesivo de proteínas.


Asimismo, el recorte drástico del consumo de carbohidratos llevará a una irremediable pérdida de peso, pero bastante más retrasada en grasa de depósito. Si eliminamos los carbohidratos, estamos condenados a una pérdida significativa de agua. De esta forma una dieta baja en carbohidratos no solo nos hace eliminar agua, sino que también contribuye al agotamiento del glucógeno muscular, hecho que deja una sensación de cansancio en nuestro quehacer diario, sensación de lentitud en los movimientos y falta de interés por el ejercicio, imprescindible por otra parte en cualquier dieta de pérdida de peso, ya que el glucógeno actúa al modo y manera de los combustibles y este es producido por la ingestión de hidratos de carbono.


Hay además un problema más grave o incluso mayor que el anterior y afecta al cerebro, ya que este utiliza los hidratos de carbono como fuente de energía, y sin ellos es muy difícil, por no decir imposible, mantenerse mentalmente activo al cien por ciento.


Aunque cada persona es un mundo, la supresión o recorte drástico de los hidratos de carbono desencadena un cansancio físico y mental que aparece antes o después y que hace a mucha gente abandonar la dieta. Los carbohidratos no se almacenan en el cuerpo como grasa, sino que se consumen en exceso. Sucede eso, si te pasas en su consumo, pero este principio es válido de la misma forma para cualquier otro alimento o bebidas, ya que se produce un exceso de energía. Y, por supuesto, está demostrado científicamente que los hidratos de carbono contienen nutrientes vitales que no pueden encontrarse en otros alimentos.


Los hidratos de carbono son perfectamente compatibles con los regímenes de adelgazamiento si se consumen en cantidades moderadas durante los días en que no se hace ejercicio físico, o se realiza algún tipo de ejercicio suave. Sin embargo, cuando se realiza ejercicios de intensidad elevada los hidratos de carbono consumidos se van almacenar en el músculo, y no como grasa. Esa es la razón por la que en deportes como el ciclismo, los profesionales ingieren importantes cantidades de hidratos de carbono durante las carreras, ya que el esfuerzo físico es tremendo.


Lo ideal de una dieta equilibrada es comer hidratos de carbono suficientes y ricos en fibra e integrales como cereales, pan integral, legumbres, frutas y frutos secos. Y es mejor consumirlos tras hacer ejercicio, ya que el cuerpo los absorbe mucho mejor.


Una dieta de adelgazamiento ha de cumplir tres condiciones imprescindibles:


  • Aportar menos calorías de las que necesita el organismo. Cualquier otra opción no reduce peso.

  • Aportar equilibradamente todos los nutrientes. El deficit continuado de alguno, produce malnutrición.

  • Ser apatecible o por lo menos grata al paladar. Sino se da esta condición, el tiempo de seguimiento de cualquier dieta es muy limitado.

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Fuente:

La respuesta a los mitos más frecuentes de la alimentación. Ismael Díaz Yubero y José Luis Murcia. Editorial Everest S.A.

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