Beneficios y propiedades de la sandía
En verano, la reina de las frutas es la sandía. Refrescante, sabrosa y dulce, aporta un 92% de agua y es la mejor forma de hidratarnos. Además, ofrece muchas propiedades y beneficios para la salud y es apta para muchas personas. Seguro que no faltará en las mesas durante estos meses de verano.

La sandía (Citryllus lanatus), de la familia Cucurbitaceos, es una fruta carnosa, muy fresca, de pulpa dulce y jugosa por su contenido de agua, de color rosa o rojo sangre, con muchas semillas de color negro, envuelta y protegida por una gruesa cáscara verde uniforme o moteado con líneas o manchas blancas.
La sandía, que ejerce un efecto beneficioso en el equilibrio hídrico del organismo, previene la retención de líquidos y favorece la hidratación y el aspecto juvenil de la piel.
En los países tropicales, la sandía se ha utilizado desde siempre como remedio para calmar la sed. Además, previene la retención de líquidos, que suelen manifestarse en el rostro, las manos, los tobillos y los pies y provoca flatulencia.
Al contener un 92% de agua, su 6% de azúcar queda muy diluido y no solo no afecta a los niveles de glucosa en la sangre, sino que ayuda a llevar el agua a las células. Esta acción favorece la hidratación de la piel y los órganos, lo que se traduce en un efecto rejuvenecedor.