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El arte de descifrar las etiquetas



Leer e interpretar una etiqueta en el paquete de un alimento hoy en día puede ser casi como decodificar un jeroglífico. Sin embargo, de la mano de un consumidor cada vez más consciente e informado, y un creciente foco sobre el tema, comenzaron a aparecer varios desarrollos, campañas y hasta libros apuntados a ayudarnos a entender qué nos estamos llevando a la boca.


En pleno furor de las aplicaciones y la llamada app economy, la tecnología también se está poniendo al servicio de la salud y la buena mesa. Desde apps hasta sitios para saber si lo que comemos es orgánico, vegetariano o vegano, apto celíaco o incluso para catalogar y rankear productos de uso diario en base a distintos parámetros de cuidado del medio ambiente y nuestra salud.

¿Por qué si tiene envase de yogur, apariencia de yogur y sabe a yogur en la etiqueta dice "bebida láctea"? ¿Es lo mismo una hamburguesa que un medallón de carne? ¿La mayonesa light es baja en calorías? Si la mermelada "no contiene azúcares agregados", ¿es dietética? ¿Cuánto entra en una porción? Algunas de las preguntas que muchos nos hacemos desconcertados en los pasillos del súper mientas hacemos las compras, ya que si bien esta información está a la vista, para muchos se hace incomprensible la terminología. Lo bueno es que con una guía adecuada no hay que ser experto en la materia, y esta gimnasia interpretativa puede no solo aprenderse, sino también sistematizarse y ser aplicada a cualquier producto comestible.


"Con Claudia Degrossi y Roxana Furman luego de escribir Cazabacterias en la cocina, nos dimos cuenta a través de las consultas en nuestras redes que había una gran incomprensión sobre la información que tenían las etiquetas de los alimentos. Con toda la preocupación de hoy por la problemática de la obesidad y las enfermedades no transmisibles, y a la vez con la información no siempre fehaciente sobre los alimentos industrializados, entendimos que era un tema importante para escribir y tratar de echar un poco de claridad sobre el asunto", cuenta Mariana Koppmann, una de las autoras del libro Etiquetas bajo la lupa, que estuvo hace unas semanas en la Feria del Libro hablando sobre el tema.

Koppmann, bioquímica de profesión y especialista en gastronomía molecular, explica que notó la demanda de información por parte del público a través de la cuenta de Twitter @cazabacterias, un espacio abierto a la comunidad. La mayoría de la gente, por ejemplo, no sabe leer correctamente la información nutricional. La especialista explica: "La información nutricional es la que está puesta en forma de cuadro o leyenda en todas las etiquetas que indica la cantidad de calorías, proteínas, carbohidratos, grasas totales (y grasas saturadas) y sodio por porción. Entonces una buena estrategia a la hora de elegir qué querés consumir es que compares entre productos del mismo tipo las calorías, las grasas o el sodio, siempre teniendo en cuenta cuál es la porción para la cual dan el dato". En esta línea, el libro del que es coautora es una guía práctica con bajada ATP que provee herramientas para sortear "la letra chica" del envase, desde las calorías hasta los ingredientes, pasando por la composición de los alimentos. Y no son las únicas con estas iniciativas. Sitios de habla hispana como el de la ONG mexicana "El poder del consumidor" (elpoderdelconsumidor.org/radiografias/), o incluso revistas locales como Brando, tienen secciones mensuales de análisis de etiquetas de productos. Por otro lado, el EWG (Enviromental Working Group) ofrece guías en inglés de productos por temática (orgánicos, para niños, cosméticos, de limpieza, etcétera) para el consumidor e informes regulares, cruzando investigación propia y de entidades oficiales.


Decidir la compra con rapidez Lo que llama la atención es que la problemática sea tan recurrente en todas partes del mundo, si bien hay lugares donde el marco regulatorio acompaña mejor al consumidor. ¿Acaso hay algo que no quieren que sepamos? ¿Por qué son tan difíciles de entender las etiquetas? "En ningún lugar del mundo se entienden las etiquetas de los alimentos. En rigor, el deseo de las autoridades en distintas partes es evitar fraudes y prevenir enfermedades como la obesidad, entre otras. El punto es poder decidir la compra en pocos segundos... ¿Cómo hacerlo si no sabemos dónde poner el foco con tanta información? Si sabemos que queremos aumentar el consumo de fibra, ¿qué miraré en la etiqueta para en tan solo 5 segundos decidir si el producto responde o no a nuestros gustos o necesidades? Hay un gran movimiento mundial para que las etiquetas transmitan mejor la cantidad de información que tienen, y creemos que la educación es fundamental, no solo en cuanto a leer una etiqueta, sino en cuanto a nutrición o inocuidad para que la información que brindan cobre sentido. Muchos países están en la transición de modificar la legislación sobre el etiquetado de los alimentos", refuerza Koppmann.



FUENTE:

LA NACIÓN

26 DE MAYO 2018

https://www.lanacion.com.ar/2137662-el-arte-de-descifrar-las-etiquetas